En la última década presenciamos una mejora gradual del nivel socioeconómico que la pandemia revirtió en menos de un año. La clase media cayó de 435 mil a 423 mil hogares (-3%) y la clase baja aumentó de 733 mil a 793 mil (+8%) en el eje.
El nivel socioeconómico es un constructo económico y social, que explica y predice la conducta de compra y consumo del hogar. Mientras más formal es la ocupación e instrucción de la cabeza y mayor el patrimonio e ingreso del hogar, mayor es el nivel socioeconómico y por ende más diversos y sofisticados son sus patrones de consumo.
La pérdida del empleo y la caída del ingreso fueron los disparadores de esta contracción. Dos de cada 10 personas perdieron su empleo y los ingresos del hogar cayeron de 6.817 Bs a 5.398 Bs mes (-21%). La incertidumbre también afectó negativamente el Índice de Confianza del consumidor (-34%) y el gasto (-26%)
Lamentablemente fueron los hogares del estrato bajo (62%) los más afectados; sus ingresos y gastos cayeron dos veces más que los de la clase media y alta (38%). Sin embargo, donde más afectación hubo al estilo de vida y los patrones de consumo, fue en la parte media baja de la pirámide socioeconómica.
Obligados a ser más eficientes, las clases media baja y baja ascendente, que están a mitad de la pirámide y suman 56% de los hogares, están priorizando ahorro y rendimiento, por lo que preferirán ir a mercados y ferias, deteniendo así el crecimiento que venían experimentando los supermercados, las tiendas de barrios. Los primeros antes de la pandemia y los segundos durante inicios de la pandemia.
En definitiva, los hogares serán más racionales y planificados en sus compras, buscarán promociones y precios bajos, pero no abandonarán las nuevas categorías que incorporaron a su consumo habitual durante los años de bonanza.
Categorías de belleza, alcohol y entretenimiento fuera del hogar seguirán muy castigados en los estratos medios bajos, no necesariamente porque conlleven riesgos de contagio, sino porque salen de lo esencial y básico que primará en el presupuesto del shopper.
Finalmente, no todo en el horizonte es negativo, la pandemia aceleró la adopción digital y acortó la brecha tecnológica en los estratos bajos, al tiempo que incrementó la frecuencia de compra el gasto digital en los estratos medios y altos, pero también despertó en todo un inusitado interés por la nutrición, la salud, la seguridad y la calidad de información.