La última encuesta de Captura Consulting sobre seguridad ciudadana dejó en claro que, el clima de inseguridad está diseminado en gran cantidad de los habitantes de la urbe cruceña.
El 75% de los cruceños considera que la delincuencia aumentó en los últimos 12 meses, mientras que el 56% siente temor de sufrir algún tipo de hecho delictivo. No obstante a ello, únicamente el 20% manifestó haber sufrido ataques por delincuentes en el último año, así queda demostrado que, el temor a ser atacado es mucho mayor al porcentaje de victimas reales. A su vez, el espacio público es considerado principal foco de inseguridad.
¿Por qué la gente se siente insegura en los espacios públicos?
Por definición, el espacio público se configura como algo que concierne a la comunidad, a lo colectivo, es algo que se desarrolla a la luz y es de uso común, pero de difícil control.
El miedo al delito y el sentimiento de inseguridad en los espacios públicos son características descriptivas de las grandes urbes y, Santa Cruz de la Sierra, no queda exenta.
Sin embargo, este miedo diseminado frente al delito trae serías consecuencias no solo en lo emocional, sino también impacta a nivel morfológico en la configuración de las ciudades, porque tiende a desarrollarse una arquitectura del miedo, que motiva a las personas a retirarse a sus viviendas y cerrar las puertas, cercar sus propiedades e inclusive refugiarse en condominios, con cámaras de seguridad las 24 horas, los 365 días del año.
Esta percepción de miedo está muy relacionada con la pérdida de confianza en el otro y, en la mayoría de las veces, genera un efecto contagio, que puede impactar a otros fenómenos sociales como es el miedo a la inmigración interna, arraigándose un alto grado de desconfianza en quienes migran a Santa Cruz buscando nuevas oportunidades.
Queda clara que la percepción de inseguridad perfora todas las esferas de la sociedad, empuja a sus habitantes a buscar refugio y repliegue en zonas de seguridad. En este punto, las políticas públicas de escala departamental son claves al momento de generar cohesión social y confianza entre los ciudadanos, a raíz de esto, se sugiere articular acciones tomando en cuenta los siguientes aspectos:
- Prevención situacional del delito en espacios públicos, porque los sitios abandonados y desatendidos se vuelven lugares propicios para actividades delictivas.
- Solucionar el tema pandillas en los barrios alejados. Queda claro que la vigilancia y disuasión, lo único que hacen es desplazar a estos grupos hacia otros lugares, el trabajo debe ser de integración mediante talleres y actividades recreativas de carácter inclusivas.
- Recobrar la confianza en la policía, para ello, es importante fomentar la interacción entre la sociedad civil y la institución del orden, con el fin de desarrollar actividades en conjunto.
- Organización social en espacios públicos, impulsar la apropiación de la esfera pública, con el fin de que sea resignificado como lugar propio por parte de los vecinos.
Finalmente, podemos decir que el impacto de una sociedad insegura se ve reflejado tanto en su conducta, comportamiento e inclusive infraestructura, lo cual genera un repliegue y una desconfianza en el otro, por esto, se hace necesario recobrar la confianza por medio de políticas públicas.
<La persona más segura está en guardia incluso cuando parece estar a salvo de todo peligro> PUBLIO SIRIO
Sebastián Arias
Sociólogo, Gerente de proyectos Captura Consulting