La base de la pirámide se engrosa, los ingresos se ven lastimados y el árbol de decisión del consumidor sufre modificaciones.
Así lo refleja el último estudio realizado por Captura Consulting, a través de su trackeo regular denominado Perfiles de Estratos Socioeconómico 2021. Dicho estudio tiene como objetivo llevar a cabo una caracterización y clasificación de la población en función a variables como: instrucción, ocupación, tenencia de bienes, ingresos y acceso a servicios.
Claramente la toma del 2021 se encuentra fuertemente signada por los efectos de la pandemia, registrándose los siguientes hallazgos:
- Covid 19 golpea el consumo y las expectativas del hogar. Índice de confianza del consumidor en negativo, lo cual genera contracción en el gasto y propensión al ahorro.
- Los ingresos de los hogares con un decrecimiento promedio de -21%, misma suerte corre la disposición de gasto la cual cae a -26%.
- Downsize de niveles socioeconómicos. Engrosamientos del segmento de la base de la pirámide y decrecimiento de los estratos medios.
- Consumidor con nuevo mindset. El árbol de decisión se prioriza, se busca eficiencia en el gasto y atributos como salud, nutrición y bienestar ganan incidencia.
Impacto del Covid 19 en la configuración de los estratos
En Bolivia prácticamente el 62% de la población pertenece a la base de la pirámide. Dicha tendencia de engrosamiento ya se venía dando desde el 2017, pues en los últimos años se registró un incremento de 8pp. Esta tendencia es transversal en todas las ciudades a excepción de Cochabamba donde el crecimiento de los estratos bajos es mayor que el promedio.
Asimismo, se identifican nuevos patrones de consumo, la compra en mercados gana incidencia en detraimiento del canal moderno, la tienda de barrio mantiene su incidencia y la búsqueda de eficiencia en el gasto comanda la decisión de compra. Gana valoración las promociones, ofertas y recortes selectivos de precios.
Pero en estricto rigor ¿qué conlleva para las estrategias de negocio el engrosamiento de la base de la pirámide? Básicamente, el mercado boliviano tiende a orientarse al volumen más que al valor, por ende se hace fundamental dejar de lado los prejuicios a priori sobre los segmentos populares de la población. Entre dichos prejuicios podemos mencionar los siguientes:
1-. Únicamente compran lo barato. Falso, buscan la eficiencia, marcas Premium registran buen performance dentro de este segmento.
2-. Es un segmento de poco dinero. Correcto, aunque reciban pocos ingresos su poder adquisitivo añadido de todas las familias y comunidades es muy grande.
Por ende, para conectar y sintonizar con los segmentos de la base de la pirámide se debe tomar en cuenta lo siguiente:
1-.Innovar con valor comunitario. Aportar con producto y servicio a la sociedad.
2-. Diseñar tomando en cuenta el contexto hostil de uso.
3-. Educar e instruir en el uso de productos y servicios ¡Diseñar y comunicar de manera simple!
4-.Incorporar recursos locales dentro de algún eslabón de la cadena a los segmentos emergentes.
Finalmente, cuando los estratos de ingreso bajo son ampliamente mayoritarios, como lo son en el caso boliviano, la segmentación por niveles socioeconómicos, llegará a ser una correcta herramienta de trabajo, por lo cual deconstruir los prejuicios sobre los segmentos emergentes se vuelve fundamental al momento de encarar estrategias de Mercadotecnia.
¿Quieres conocer más acerca de nuestro estudio «Niveles Socioeconómicos en Bolivia»?