Bolivia es una economía altamente dependiente del consumo y ésta variable es la que más influye en el comportamiendo de la demanda agregada, de allí el interés que tenemos todos por hacerle un atento seguimiento y proyectar su comportamiento.
Desde el año 2013 hasta el año 2017 el crecimiento del PIB se viene desacelerando constantemente. El crecimiento del consumo por su parte, siempre por debajo del PIB, seguía la misma tendencia, sin embargo, datos preliminares del INE al 3er trimestre del 2017 muestran un cambio en esta tendencia.
Esta buena noticia se ve refrendada por una recuperación en el Indice de confianza de los consumidores, que también venía en descenso pero se recuperó el 4to trimestre del año pasado y continuó mostrando recuperación en la primera medición del 2018.
En este sentido, las 900 encuestas que se hacen periódicamente a los hogares del país, dan cuenta que en los últimos seis meses los consumidores han sentido estabilidad y hasta una leve mejora en su situación actual y por ende han proyectado con optimismo sus expectativas hacia los próximos doce meses.
Considerando los datos preliminares del consumo según el INE y el Indice de Confianza que reportan las encuestas de Captura Consulting, es de esperarse que el año 2018 el consumo de los hogares crezca por encima del PIB y del 4%. A esto se suma una presumible inyección extra de recursos por parte del gobierno que ya está en una carrera electoral, aunque con poco dinero para pagar por mucho tiempo la banda.
Si bien las encuestas muestran un consumidor con un indice de confianza en positivo y al alza, pues sus expectativas siguen siendo optimistas, también muestran una creciente preocupación por la inestabilidad política y social, inseguridad laboral y una probable crisis económica. Problemas que son percibidos con mayor magnitud en los consumidores de ingreso medio con más de 30 años.
A los temores que la gente va sintiendo de a poco en el ámbito económico y social, se suma la pérdida de confianza en sus autoridades. En este sentido, la aprobación del gobierno de Evo Morales alcanza su valor más bajo desde el gasolinazo del año 2011.
Ahora bien, la pregunta que cabe hacerse es ¿Qué fuerzas tendrán más impacto en el consumo? ¿Las que lo elevan o las que lo bajan? Pues hemos observado un lento ajuste de los consumidores a las expectativas y una economía que se desacelera de a poco, por ende no creemos que los temores sean más fuertes que el optimismo.
El pronóstico es positivo, salvo que haya una crisis social y política de la magnitud del año 2005-2007, que derrumbe los indicadores económicos reales y las percepciones de los consumidores.
Si bien el pronóstco es optimista y el consumo de los hogares crecerá sobre el 4%, los consumidores sienten que la situación ya no da para despilfarrar como lo hacían antes y adoptarán una actitud más racional y conservadora en torno a sus compras, de hecho más de 2/3 piensan gastar menos y ahorrar más que el año pasado.
Salir menos a comer menos y buscarse más pasatiempos en casa es la estrategia de ahorro que piensan implementar la mayoría de los consumidores, seguida por un proceso de compra más planificado, menos impulsivo y con mayor tiempo para la búsqueda de productos y marcas de igual calidad a menor precio. Esto último incluye también un aprovchamiento intensivo de las promociones.
Las otras dos estrategias más populares para gastar menos serán abandonar las compras de productos especiales (alcoholes, refrescos, embutidos, cosméticos, conservas, etc.) y de ropa de temporada, además de reemplazar las marcas caras y conocidas por otras más económicas, aunque desconocidas.
Es de esperarse que esta compra “más racional” los llevará a incrementar su preferencia por el canal tradicional, ir a las promociones de los supermercados, invertir más tiempo en buscar lo más económico (aumentando la frecuencia de compra) y comprando menos o más barato por ocasión (ticket promedio a la baja).
Finalmente, no se espera que este año, como los anteriores, el crecimiento de las marcas venga por incrementos en el precio, se espera más bien que la mayoría mantenga precios similares y siga con promociones intensas que den asequibilidad al consumidor.
(Róger López, Director Captura Consulting)